Y ahora… ¿qué hago con todo esto? Si ya te has hecho la pregunta, mi equipo y yo te ayudamos a vaciar ese espacio de manera total o parcial, en la medida que tú quieras. Nos adaptamos a tu situación con un trato personalizado y muy cercano.
Hay cambios en la vida que requieren deshacerse de determinadas cosas y, a menudo, en un tiempo limitado. Por ejemplo, cuando tristemente tenemos que vaciar las casas de nuestros mayores porque han tenido que ir a una residencia, a vivir con un familiar o, desgraciadamente, porque nos han dejado. También tras un divorcio o una jubilación, cuando se reducen o aumentan los miembros de la familia, o simplemente porque queremos reordenar y renovar un espacio.
¡No intentes hacerlo tú! No podrás, perderás tiempo y dinero y casi seguro que acabarás tirando todo en el último momento. El vaciado requiere una dedicación absoluta, esfuerzo físico, mental, conocimiento de los precios de mercado, búsqueda de compradores, desmontaje, embalaje, carga, transporte, cobros, etc. Solo lo puede hacer bien un profesional y, cuanto antes, mejor. ¡No lo demores!
Soy consciente de que es una situación abrumadora y estresante, y sé que es un paso difícil de dar. Por eso estoy a tu lado en todo el proceso. Lo gestiono de manera totalmente personalizada, adaptándolo a tus necesidades con discreción, seriedad, honradez y cercanía. Un gran equipo de profesionales especializados en diferentes campos hará que sea rápido y sencillo.